viernes, 28 de diciembre de 2012

LOS CÓDICES CONDENADOS: EL APOCALIPSIS




ESTELA TERCERA
21 de diciembre de 2012


Porque había llegado el katún de la repetición de los desastres. Había que buscar nuevos hogares. Porque cada katún exige el sacrificio de una vida.
                                                                                                           Profecías de Chilam Balam


Gloria preguntará la hora y serán justo las 12 de la noche. Las risas acabarán. Y estaremos reunidos los Nueve en Xibalbá. Uno de nosotros esculpirá nuestro retrato incompleto en la estela. Beberemos cubetas de cervezas una tras otra. Sin límite. Hugo las pedíría. Pero estaría claro que nunca nos iríamos de ahí. Puesto que el mundo llegaría a su fin. Y no habría sol para recordar la salvación. Eclipsado por un Gallo dorado en hielo. Donde olvidaremos la existencia. Y sembraremos la discordia en campos de extinción.



Me despertó mi madre a las 6 de la mañana. Y fui llamado a convocar el presagio. A través de la radio vociferado a los Comunicadores. Puesto que soy el Elegido. El Elegido del Final. Y nombré todas las profecías. El Calendario Maya, Nostradamus, la Alineación y demás. Interrumpido por el tiempo. Y mi mensaje parcial en oídos de todos aquellos que no deseaban saber que dejaron de ser. Y una entrevista que recorrió los quince minutos de fama. Donde me escondí en el anonimato. Ante el final que empezó a través de mi voz. Sentí el solsticio llegar sin un sol. Y cómo ya lo había grabado antes en mis recuerdos.



Estaré sentado el malecón de Flores. A la luz de la última luna. Hugo se irá a comprar más cebada dulce. Y yo con Luqui y Gloria esperaré con impaciencia. Hablarán entre ellas. No les dirigiré la palabra. Ni ellas a mí. Los niños estarán cansados y corriendo. Discreparé otro grupo. Y dos ángeles hermosas en sus círculo. Y mi amigo Cristo me introducirá en él. Hablaré con una y abrazaré a otra. Me invitarán a un concierto. Pero no me iré con ninguna. Puesto que serán la salvación. Y no desearé ser salvado.



Hugo me dijo que estaba muy cansado para ir a Tikal. Habiendo conducido su corcel de fuego durante eones. Y grabé entonces el sol del solsticio desde mi morada. El cielo se nubló poco después. La galaxia se alineó. Y mi cuerpo se sintió desalineado. Como si nunca formó parte de este mundo. Y cuyo final resultó agravarme hasta la médula. El planeta no murió. Sino se reforzó. Un Gran Mal se acopló a mí. Y un alienígena como simbionte adherido a mi ser. Crecía y crecía desde que nací. ¿He sido un parásito de la Nueva Era? ¿Estuvo exorcizándose el mundo de la maldad en sus últimos días? Yo, el Elegido del Final, ¿he sido sacrificado por los principios de la humanidad?


Saldremos del hostal con bebida en mano. Contemplaremos el suicidio de los insectos. Y estaremos sentados en el parque de Flores. Hugo, Gloria y Yo. Y aspiraremos con pulmones de Quetzalcoatl la sangre del chicle para compartir nuestras últimas risas. Chistes de Velorio. Para luego burlar la Muerte. Y delante de nosotros, un árbol navideño pagano. Aquel que cantará como Zaratustra al viento asfixiado. Donde los zancudos beberán mi sangre contaminada. Y llevarán mi alma al limbo espiritual. Puesto que mi cuerpo ya estará muerto. Y los zopilotes me seguirían desde San Benito. 


Hugo pasó por mí con Gloria en el asiento copiloto. No comí nada. Ni tenía hambre. Más bien sentía náusea. Asado en un calor como ninguno. Y decidí comerme el caldo. Pasado de generación en generación por los antepasados de Hugo. Hecho de la misma Tierra. Y sus entrañas he saboreado. Estómago por estómago. Y zanahoria, plátano y calabaza flotaban como las estrellas. Alienadas e incoherentes. Las que me dieron mi última visión. Y cómo nada sobrevivió desde mi última comida. La que recordé sólo en aquel momento. Y Yo, un muerto viviente, que había devorado la vida misma de antaño.



El alcohol me curaría. Limpiado mi sistema del Gran Mal. El Baktún 13 mezclado en mis venas con el antídoto de su propio final. El Gallo que sería bebido una y otra vez. Y el Conejo no podrá beber. Y el Murciélago no bebería hasta la noche. Puesto que el primero me salvará, el segundo se casará y el tercero nos guiará por las sombras. Y todos seremos fuertes. El Gallo por su muerte. El Conejo por su tolerancia. Y el Murciélago por no conocer el sol.


Me siento en el patio con los antepasados. La palmera anuncia su semicírculo. Incompleto e interrumpido. No hay nuevo ciclo. No hay Nueva Era. Me siento destrozado. A punto de morir por todas las enfermedades inventadas. Llega la Temporada del Final. Cosechadas en mi ser ahora mismo. Los gallos cantan sin parar. El Sol del Alineamiento vuelve locos a todos. El Frenesí del Cosmos. Encarnados en un pitoniso. Yo, el Elegido y poseído por el Apocalipsis. Quien hoy día os dice: ¡He aquí el principio! ¡El principio del Fin!  

   


lunes, 24 de diciembre de 2012

LOS CÓDICES CONDENADOS: LA DECADENCIA



ESTELA SEGUNDA
20 de diciembre de 2012

Esta mañana me despierta una mujer entrando a mi habitación a las seis de la mañana (y el sentido común implica lo contrario). Creo que tenía intenciones de violarme. Pero me despierto justo a tiempo. Disimula que se ha metido en la habitación equivocada y cierra la puerta disculpándose. Ya no puedo volverme a dormir. Sobre todo después de la tragedia... Sandy ha muerto. El hecho es que, por muy conectados que estuviéramos desde un principio, las risas que compartimos y los crímenes apocalípticos que realizamos como los Salvatoallas, tanto él como yo sabíamos que no iba a durar. Era inevitable. Sobre todo en Petén. Yo iba a ensuciarme. A sudar como que no hubiera mañana (literal en este caso). Cosa que implica que tenía que darme un baño. Le ofrecí a Sandy volverme un Hippie Pies Negros para salvarle la vida. No obstante, me miró con sus ojos negros de botella de champú de hotel y me convenció que ese era su cometido en esta vida. Me duché... y ya no creo que puedo seguir adelante. Lloré y lloré. Hasta que mi pelo se secó y el cadáver de Sandy se empapara en mis lágrimas. Normalmente, no es común que exhiba mi dolor al mundo. Pero la Cerveza Gallo me pagó muy bien por la publicidad:



Me cuesta afrontarlo a lo largo de la mañana. A la misma vez, me siento mal por el dinero que ya he gastado. Tenía que administrarlo de alguna manera para compensar mis pérdidas. Hoy tengo que ir a Tikal a cubrir lo eventos que trascurrirán en el Parque por motivo de la celebración del 13 Baktún. Voy por mi pase VIP al aeropuerto; un brazalete azul que me permite entrar en la Gran Plaza; que importante me siento. No puedo darme el lujo de ir a Yaxhá como ayer. Y entonces me vino a la cabeza la gran epifanía: EN TUC TUC HASTA TIKAL. Me encanta decirlo, "En Tuc Tuc hasta Tikal, en Tuc Tuc hasta Tikal".

P: ¿Qué vas a hacer hoy?

R: Lo normal: ir en Tuc Tuc hasta Tikal.

Cronos Carpio, ganador del Premio Pullitzer por irse en Tuc Tuc hasta Tikal... mmm... igual siento que falta algo. Algún elemento adicional para condimentar la idea de irme en Tuc Tuc hasta Tikal. A ver... pensemos...sí... sí... claro... ¡EUREKA!... ¡UNA PIÑATA DE SPIDERMAN! Ir en Tuc Tuc hasta Tikal con una Piñata de Spiderman. Eso no tiene precio. Incluso sin la Mastercard. Por desgracia, me entero que los Tuc Tucs no van hasta Tikal y no había ni siquiera una leyenda de un Tuc Tuc llegando o intentando llegar hasta ahí. Ah, y para quien no lo sepa, un Tuc Tuc es esto:


Sé lo que pensará la mayoría... ¿por qué visto una camiseta del Real Madrid? Aclaro que no me gusta el fútbol. Cosa que supone que soy malo en los deportes y siempre me eligen el último. Sobre todo los dioses mayas. Ahora en el Baktún, voy a intentar engañarlos. Que la última vez, me acabaron sacrificando al dar inicio el juego de la pelota. Pero antes quería comer algo muy coloquial. De vuelta en mi hotel, no me atrae nada del menú. Coincide que me llama mi padre para recomendarme un restaurante en Flores llamado "La Mesa de los Mayas". Por lo visto, tienen una gran variedad de comidas típicas y exóticas. Básicamente, bichos raros de la selva. Y para el Apocalispis, siempre se me antoja comer animales en peligro de extinción.

Voy en Tuc Tuc hasta Flores... ¿a que no suena tan bien así? Localizo el sitio y no hay absolutamente nadie dentro. Para quien no lo haya pillado, ese es el tema de esta historia. Hay dos cuartos y me siento en el más antisocial. No estoy de humor para hablar con nadie hoy. Aparte la mujer que me atiende es muy "símpática". Le pregunto si hay un plato combinado con todas las especies raras. Me dice que sólo puedo elegir una. Estoy entre dos animales. Me inclino por el Tepeizcuintle. Que para quien no lo sepa, es esto:



De haber tenido más paciencia, hubiera pedido esto:



Y de haber sido un vegano, hubiera pedido esto:

Seguro que la comida no es igual que las fotos. La mujer espera a tomar mi orden mientras me decido. Pienso en contarle el chiste del jaguar para romper la tensión. Pero tampoco quiero que escupa en mi Tepeizcuintle. No tardan mucho en traérmelo. Asumo que va a saber a pollo (como todas las bestias exóticas). Sin embargo, me sorprende que sabe a cerdo. Más tierno quizás. Un plato recomendado para el judío que quiera apartarse del menú kosher sin correr el riesgo de ser descircuncidado. Pero me llama más la atención un simbolismo que localizo en la pared mientras como. Entre todas mis investigaciones sobre el fin del mundo, hay una en particular que hace referencia a la Cruz de Hendaya. Otras alusión de los masones y alquimistas a la alineación galáctica. Aparte de la cruz misma, hay representaciones de un sol y una luna. En el caso de mi simbolismo, incluso hay un reloj que marca una hora. ¿Será del tiempo que todo va a acabar?


Aparece un segundo simbolismo cuando me dirijo a la caja a pagar. Uno que me hace reflexionar sobre el Apocalipsis. Me percato que a lo mejor se trata de un final dirigido a mí. Puesto que los mayas son los hijos del tiempo y yo soy el dios del tiempo, el verdadero final tiene que ver con mi muerte. ¿Es una advertencia sobre los hechos que debo ejercer o no para salvarme? Mi siguiente experiencia sólo empeora las cosas. 


Me sucede cuando decido dar un paseo por el malecón de Flores. Empiezo a andar bajo ese sol abrasador del medio día. Se me ocurre volver al simbolismo de los círculos y darle una vuelta a toda la isla. Desde que entro, todo comienza a irme mal. Para empezar, una planta de la entrada me rasguña el brazo. Y sólo le dije que su madre era tan gorda que la volvieron el árbol nacional. Mi herida no sangra. Otra advertencia. He sido marcado. Pero por poco y el mundo me corta las venas. No hay sombra por donde andar. Empiezo a cruzarme con algunos turistas y coloquiales en un ambiente semejante al de Panajachel en Atitlán. El sol cada vez me afecta más. Caminando al costado del malecón, se me acerca un barquero en su lancha.Viste una camiseta del FC Barcelona. Me alza la mano de manera provocativa. Pienso que se trata de una amenaza en vistas que llevo la camiseta del equipo rival. Le correspondo el gesto amenazante. El Barquero del Barça ahora modifica su gesto para indicarme si quiero pasaje al otro lado. La tarifa normal es de dos óbolos. Pero por ser del Real Madrid, me quiere cobrar 81 quetzales. Niego con la cabeza y se va a la otra orilla sin darme mucho crédito. Sigo caminando. Siento que ya no puedo más. El sol me quema, la humedad me asfixia y deseo volver. Llego al puente y aprovecho a pedir un Tuc Tuc hacia el hotel. Curiosamente, hace un giro hacia el otro lado. Por lo que mi intento de formar un círculo acaba en una espiral. Una galaxia espiral. Y el alineamiento que deriva en el final. Mi oportunidad de salvarme, echada perder. Hasta ese momento no me percato que el gesto del Caronte Catalán era uno benigno. De unirnos hacia un mundo mejor donde ya no hay diferencias y todos seríamos salvados. He sido advertido... no he hecho caso... y temo ahora lo que vaya a pasarme. 



Descanso un rato en el hotel y me dirijo a Tikal poco después. Sólo compro el pasaje de ida. Intuyendo en alguna dimensión que no voy a volver. En realidad es por avaricia. Pero suena más bonito así. Además mi amigo Hugo vendría por la noche. El taxista se llama Gilberto. Contrario a los anteriores, no me hace conversación alguna. Sólo me pone una radio con marimba durante el trayecto a Tikal. Razón por qué mi vida no pasa delante de mis ojos. Me alegro no haber ido en Tuc Tuc hasta Tikal. El viaje es más largo de lo que me espero. Aunque también creo que la marimba tiene algo que ver en eso. Me cobran entrada de turista por ir con la camiseta del Real Madrid. Mi odio hacia Cristiano Ronaldo empieza a crecer. Pero se me pasa cuando empiezo a adentrarme en la selva tropical.


Desde que entro empiezo a grabar y tomarle fotos a todo. Nunca había estado en Tikal en horario vespertino. Entro a la Gran Plaza a espaldas del Gran Jaguar vía el campamento de bailarines y músicos. Tengo pases Backstage para el Apocalipsis y entro sin problemas. Me alegro que no dejen pasar a cualquiera. Esto me da carta libre para concentrarme en mi documental y tomar fotos más cercanas. Bromeo con una organizadora:

-¿Eres tú la encargada del Apocalipsis?

-¿Qué?- me pregunta sin comprenderlo.

-Todo el mundo dice "Nueva Era, Nueva Era". ¿Y si no es la Nueva Era? Alguien tiene que hacerse responsable. ¿No cree?

-Está la Cruz Roja y el Ejército. Tranquilo.

-¿Y si es un meteoro?

-Entonces hay un problema.

-¿Puedo ser el encargado de los meteoros?

Se ríe y se va. Aunque noto cierto desprecio durante la conversación. Sabía que tuve que haber empezado con el chiste del jaguar. Empiezo a notar la decadencia en mis entornos desde entonces. Grabo los bailes, el juego de la pelota, los indígenas manifestándose y otros eventos surreales. Muy bonitos todos. Pero siento que la producción del evento es muy mala. A lo mejor por haberse basado en la Nueva Era en lugar del Apocalipsis. De haber sido yo el productor, hubiera hecho una mejor publicidad mundial, llenado el sitio con alcohol (que no había) y camisetas que dijeran "Sobreviví el Baktún y lo único que conseguí fue esta mierda de camiseta". Poco a poco empiezo a perder la paciencia. Como buen apocalíptico, me voy justo cuando empiezan las celebraciones de la Nueva Era. Después de todo, ya había visto y grabado todos los ensayos. Me basta un Making Of del Final. Además mi amigo Hugo está por llegar. 



El principal problema en esto es el dónde. No es como quedar en frente del Burguer King. Aparte que la señal o cobertura es pésima. Pierdo el contacto con Hugo justo cuando estábamos por establecer dónde juntarnos. Asumo que me esperará afuera por lo que decido salir. Me adentro entre la selva tropical en plena noche con antorchas poco fogosas iluminando mi camino. Siento como que me va a atacar una manada de velociraptors. Camino entre la oscuridad. Algunas antorchas están apagadas y tengo que recurrir a la luz de mi teléfono barato. No sé si voy en la dirección correcta. Mi desesperación empieza a crecer. Me da la sensación que no voy a volver. 

En la salida, me detengo en un restaurante llamado el Comedor Tikal. Tengo mucha hambre y sed de alcohol. El hombre que me atiende también creo que es del Barça. Especialmente cuando dice que no hay menú. Algo ideal para el fin del mundo. Agrega que sólo puede ofrecerme huevos y frijoles. Los pido y me los trae rápido. Mientras ceno, aparecen otros turistas a los que sí les ofrece el menú. Ahora odio a Mouriño. No me había puesto a pensar que mi camiseta tiene una connotación apocalíptica. La civilización maya que acaba con la conquista española. Y yo vistiendo la camiseta de un conquistador. El teléfono de Hugo está apagado. Intento localizarlo con una cadena de llamadas. De mi amigo Juan, a la madre, a la tía... pero nada. Me pido una cerveza tras otra. Finalmente me llama Hugo. Había pedido prestado un teléfono porque su compañía no tiene señal en esa área. Dice que está en la Gran Plaza. Donde había estado toda la tarde. El entró y yo salí. Magnífico. Me dice que me espere en el Comedor. Y espero. Lo que parecieron 5125 años. La gente se empieza a ir. Me quedo en la única mesa de afuera. El comedor empieza a cerrar y el presunto fanático del Barça me mira con desprecio. Me pido la última cerveza. Quizá la última de todas. Ya son las once de la noche. Siento que Hugo ya no va a aparecer. Me echan del bar. Decido volver a las ruinas mayas. Pero antes quiero librarme de la mala suerte del Real Madrid. Maldigo a Florentino Pérez y me cambio de camiseta. Llevo la de la Noche Más Oscura en la mochila. El zombi superhéroe o Black Lantern. Más apocalíptica inclusive. Empiezo a caminar entre la oscuridad. Y escucho que alguien llama mi nombre...  

miércoles, 19 de diciembre de 2012

LOS CÓDICES CONDENADOS: EL EXORDIO




ESTELA PRIMERA
19 de diciembre del 2012

Embarco rumbo a Petén para cubrir los eventos que trascurrirán este Baktún 13. No tengo claro cuál será mi cometido. Puesto que me he levantado a las cuatro de la mañana y ni siquiera recuerdo mi nombre. ¿Conan Carpio? Mi madre se despide de mí como si ya no me va volver a ver. Le digo que todo va a estar bien. Pero algo viene a mi mente desde los primeros momentos que salgo de mi casa hacia el aeropuerto. No hay absolutamente nada ni nadie en la calle. Silencio absoluto. Lo mismo en el aeropuerto. Paso puerta tras puerta de vuelos inexistentes, plantas rodadoras imaginarias y vendedores aburridos en las tiendas. Mi garganta está tan seca que siento que moriré de deshidratación. Falta de agua y escasez. Compro Gatorade para saciar mi sed apocalíptica. Mi puerta es la del fondo. El fondo del todo. Un abismo horizontal a otra dimensión. Y a la derecha, el baño. ¿Se adelantó el Apocalipsis y no me he enterado? 

La gente tiene la misma cara que yo. De haber dormido poco y con cero adrenalina. Intento animarme a mí mismo, "¡Baktún forever, la mera verga, party like it's 2012!" Pero nada. Subimos al avión. Una avioneta en realidad. Las hélices se encienden y despegamos. Fue todo muy rápido y sencillo. Y estamos hablando del infierno dantesco que es un aeropuerto hoy en día. El vuelo también me resulta sereno. Incluso viendo el amanecer a través de la ventana desde mi posición en el asiento del pasillo (me la quitó un paisano poco simpático). Todo parecía ir bien. Estaba escuchando una canción muy hippie (algo de los Youngbloods creo) cuando de repente el piloto dice:

-Eh... Damas y Caballeros, FÍJENSE que no podemos aterrizar de momento porque hay una neblina densa alrededor del aeropuerto. Pero pronto estaremos en Petén.



No dijo si vivos o muertos. Tengo que agregar una teoría que surge de mi tío Ernesto Fernández respecto a la palabra, "Fíjese" en Guatemala. Siempre decía que después del "Fíjese", viene una tragedia. Empiezo a lamentarme en esos momentos. ¿Y si muero ahora? Me daría un poco igual... ¡salvo que todo mi legado de escritor estaba en el avión conmigo! Mi ordenador portátil y/o laptop. Aparte que me traje el USB con las copias de seguridad. La ironía. Si muero, lo único que queda de mí son mis manuscritos cuya caligrafía sólo puedo entender yo. ¡Toma! Doble ironía.

Circulamos y circulamos. Conté cuatro veces. Infiero, "Cuando lleguemos a seis, el Infierno en el Cielo". Triple ironía. Estoy On Fire. Por suerte, empezamos a bajar. Me hubiera reconfortado que el piloto hubiera avisado antes. Y a lo mejor lo hizo. Pero, ya por ese tiempo, estaba escuchando Pantera y me daba igual todo. Empiezo a ver la neblina a través de mi ventana y aterrizamos elegantemente. Seguía sin haber nadie abajo. Me lleno de esperanza. Sobre todo cuando empiezo a bajar del avión y no está ese calor de selva tropical que me esperaba. 

Saco mi maleta y me dirijo afuera. Ahí me encuentro a todos los taxistas y guías turísticas esperando como zopilotes. Me recordó a Marrakech. Salvo que no tenía miedo alguno. Parecen una especie de secta igualmente. Le pido a uno que me lleve y me señala a otro. Cuando le digo cuál es mi hotel, llama a otro. Y así, hasta llegar al taxista que me llevaría. Empiezo a sentir miedo otra vez. Porque seguramente me tocaría alguien de Marrakech. No sé si estoy en el Baktún o en el País de las Maravillas. Mientras espero, se me acerca un Hombre de Kansas. ¿Cómo lo sé? Porque me dijo:

 -Soy de Kansas ¿Y tú? 

Mi respuesta a eso es siempre una complicación; suizo/guatemalteco que reside en España y estudió en un colegio americano; en Estado Unidos suelo acabar en el cuartito la mitad de veces. Le comento que vengo a cubrir el Baktún. La novia pelirroja agrega: 

-¿Vienes preparado para los zombis?

-¿Zombis?- pregunto sin comprenderlo.

-¡Claro!- me dice el Hombre de Kansas-. ¡Zombis post-apocalípticos!

"Gringos pendejos", pensé para mí. Pero por complacerlos y satisfacer el gran friki que llevo dentro, les respondo:

-Sí,  en verdad sólo traigo un machete y latas de frijoles.



País de las Maravillas... no sé. Pero en Kansas seguro ya no estaba. En fin, me subo al taxi. Realmente son minibuses para llevar a hordas y hordas de turistas como ganado. En mi caso, sólo me acompaña una pareja alemana tan sosa que ni se mugían entre ellos. Pacto el precio con el taxista de antemano. Veinte quetzales. Perfecto. Soy una vaca sagrada. Al menos eso pensaba. En el camino corto del aeropuerto a mi hotel, me llama la atención un letrero publicitario de Internet con el enunciado, "Contrata Skynet y no pierdas la conexión". ¿SKYNET? ¿La super-inteligencia artificial que mató a toda la humanidad con Terminators? Ahora sé que estoy en el camino correcto :)


ARNOLD APPROVED!!!




El hecho es que llego a mi hotel y entro a confirmar mi reservación. La Recepcionista me dice:

-Sí, señor Carpio. FÍJESE que su habitación no está lista. 

-¿Cómo que no está lista?- digo un poco irritado por el sueño-. Es una reservación, ¿no?

-Sí, pero FÍJESE que usted la tiene reservada para hoy. Y la gente de ayer tiene hasta la una de la tarde para salir. 

Suspiro y digo:

-Bueno, ¿hay viajes para Yaxhá? Quería ir hoy y así hago tiempo.

-Se lo miro. Si gusta usted pase al restaurante y le aviso. 

Dejo mis maletas en recepción y saco mi arsenal periodístico: cámara de fotos, cámara de video, mi grabadora digital y mi machete post-apocalíptico. Me dirijo al restaurante a orillas de la piscina y el propio lago Petén Itzá (me siento calientito por dentro). Veo gente a orillas del mismo haciendo Tai Chi. Prefiero a los zombis pero tampoco quiero malgastar mi acero. Empiezo a probar todos mis artilugios. Miro a mis alrededores y pienso, "Qué bonito, aquí, en Petén, bosque tropical, frente a un lago gigantesco, solo, y en paz". Cuando de repente vuelve la Recepcionista y me dice:

-Señor Carpio, FÍJESE que le va a costar $$$$. 

-¿CUÁNTO?- digo sin creérmelo.

-€€€€, señor Carpio. 

-Aaaaaah, siiiiii, ¿no? Pues, FÍJESE que yo no voy a pagarle eso. ¿Hay algo más barato?

-A estas horas sólo le puedo conseguir guías privados y las demás sólo salen hasta mañana por la mañana.

-Pues...(|@@#~€!!)... OK. 

No quiero malgastar mi día. Y si se preguntan por qué omití el precio, es porque sigo sin creérmelo. Se aprovechan de mi nobleza apocalíptica. Hasta en el fin del mundo lo estafan a uno. FYI, lo del paréntesis es "hijos de la gran puta". El tour me incluía el almuerzo también y se me pasa mi avaricia al poco tiempo (y eso que llevaba la camiseta Orange Lantern, casualmente). Son dos quienes me encaminan: Freddy, el chofer y Óscar, el guía. 

Desde que me subo con ellos, me percato que tienen personalidades completamente opuestas. Freddy era el primer taxista del círculo gremial... círculo... ¿otro? Me recuerda a los talaneses de mi novela épica. Mujeriego, borracho, jugador y sinvergüenza (pero de los simpáticos). Ya sólo le faltó ser babuino para ser el personaje de mi historia. Pero no viene a cuento. Compartimos muchos chistes coloquiales en el camino como:

-¿Qué le dijo un jaguar a otro jaguar? ¡JA-GUAR-YOU!



Me lo contaron la última vez que vine a Tikal. Mi chiste Pierde-Amigos favorito. A Óscar no le hizo gracia. Lo describiría como un hombre mayor, serio, culto y respetuoso. Tanto que a mitad del camino lo empiezo a llamar "Don Óscar". Parece saber todo de los mayas. Y me cuenta muchos datos sobre su cultura. Puesto que voy a hacer un documental en paralelo a la anacrónica, no quiero repetir toda la información interesante que me ha dicho. El documental va ser un poco más serio. Pero sólo un poco...

Volviendo un poco atrás en el tiempo, coincide que mi habitación se libra cuando ellos llegan a mi hotel. Me apresuro a subir mis maletas. La habitación del fondo (como cosa rara). Desde que entro, siento que es demasiado perfecta para un sinvergüenza simpático como yo (por algo me inventé a los talaneses). Aparte del aire acondicionado, mi balcón con vistas al lago, la televisión plasma, WIFI y demás, creo que el detalle que realmente le aporta calidad al sitio es la manera que doblan las toallas:



Me cayó muy bien. Se llama Sandy, la TortuToalla. Un ex-presidiario del Calabozo de la Sequía en Escuintla y compañero de celda del Toallín drogadicto en Southpark (ergo por qué le tomé las fotos de esa manera). Pero llegaremos a eso más adelante...

En mi viaje a Yaxhá igual remarcaré unas cuantas cosas que llamaron mi atención en la explicación de Don Óscar (Freddy se quedó a la entrada jugando a las cartas con los otros choferes). Por lo visto, los mayas consideraban el 13 y el 9 números sagrados y representaban a sus deidades en los puntos cardinales. El norte es el bien; razón por qué pasaron de Tikal a Chichén Itzá. Aunque lo curioso es que el mal está en el oeste. Xibalbá, el Inframundo maya con 9 deidades representativas en contraposición a las 13 deidades benignas del Cielo (y mañana voy a Tikal; al oeste; éxitos). Siento un malestar desde que entro a Yaxhá. Lo que había contemplado desde que salí desde Guatemala Capital. Casi ningún turista, templos devorados por la selva, el canto ausente de las chicharras, monos inmóviles, pájaros mudos, abejas negras y un calor húmedo que me debilita con sudores torrenciales a cada paso. Damos la vuelta. Un círculo. Pasamos a comer en el pueblo anexo de "La Máquina". Sé que suena chistoso pero no se me ocurre ninguna broma. Almuerzo Pollo al Ramón muy sabroso y me bebo una Negra Modelo ( o la Naomi Campbell para los mexicanos). Veo dos niños franceses con camisetas de "100% piratas" dando círculos alrededor de mi mesa. Círculo, círculo, círculo. ¿Un ciclo? ¿El principio del final?



Regreso al hotel y decido retirarme por hoy. Ceno "poolside" y "área de fumadores" en plena Guerra Fría. Turistas de EEUU y Rusia a respectivo lado. Ni se miran los unos a los otros. ¿No se supone que debemos unirnos para un futuro mejor? Mañana me espera un día largo. Especialmente, porque en Tikal seguirán las actividades hasta las madrugada. Por lo que estaré atrapado ahí hasta que todo esto acabe o comience. Todavía no lo tengo claro. Incluso Don Óscar me dijo que la Alineación Galáctica sucedería el 23 de diciembre y que la extinción de los mayas tiene algo que ver con el agua. De tantos lagos que he visto, no me extrañaría que se trata de alguna especie de inundación. Por si las dudas, Sandy y yo hemos hecho una pandilla llamada Las Salvatoallas para secar el Universo. ¡BAKTÚN FOREVER, ESE!






sábado, 15 de diciembre de 2012

PRELUDIO AL FINAL


Hay mucha especulación sobre los eventos que trascurrirán o no el 21 de diciembre del 2012. El llamado Baktún 13, Apocalipsis Maya, Día del Juicio Final, el Fin del Mundo o la Nueva Era. En lo personal, quería hacer una anacrónica sobre este fenómeno y estaré en Tikal sobre la fecha para cubrirlo en la manera más detallada posible. Contando con hechos reales y una gran parte de simbolismos relacionados al tema. Será una anacrónica generativa en principio. Pero aún no sé si los hechos que surjan de la misma deriven en un nuevo género o la haré con otro paradigma en mente una vez esté ahí. Lo más interesante a considerar es que, sea el fin del mundo, una advertencia de autoconciencia, una nueva era, una simple coincidencia o nada en absoluto, se trata de una visión compleja del universo y el destino de la humanidad. No sólo por los mayas, pero también por numerosas culturas y personajes históricos que predijeron asuntos similares basados en una concepción cosmológica de nuestro planeta respecto al Universo. Daré todas las visiones que he encontrado sobre este tema como un preludio a los simbolismos que buscaré en mi anacrónica en Tikal el 21 de diciembre. Que nadie se las tome muy en serio que, personalmente, sólo las planteo como una posible simbología para lo que voy a hacer.



El Calendario Maya. Hasta ahora, los mayas son considerados los mejores astrónomos de la historia. Empezando por su calendario. Mucho más preciso que el nuestro. Aunque tiene mayor parte de las influencias del calendario maya de haab, nuestro calendario actual es el calendario gregoriano de 365 días.  Pero la complejidad del calendario maya va más allá. Tiene tres partes. En primer lugar, el calendario sagrado de tzolkin de 260 días combinado con el calendario haab de 360 días en 18 meses y universalizado en un calendario de cuenta larga. Se trata de un sistema vigesimal de veinte días (kines) que procede a veinte años (katún) y series de veinte katunes (baktún); el 21 de diciembre siendo el Baktún 13. Con este sistema, los mayas predecían todo tipo de cosas. Desde los solsticios, equinoccios, fases lunares y venusianas hasta los cambios climáticos necesarios para las cosechas y la vida astrológica regida por los astros que, incluidos en su calendario, iban vinculados a la gestación humana de nueve meses. Lo más importante a tomar en cuenta, es que los mayas veían el mundo de una manera cíclica. Es decir, cada civilización y vida humana se repite de la misma manera que los astros. Concretamente, cada veinte años o baktunes. Por lo que la idea del "fin del calendario maya" realmente no es del todo acertada sin incluir un principio. Por lógica cíclica sería, más bien, un nuevo comienzo. Que acabe el ciclo de 5125 años para dar lugar a otro igual. 




La Alineación Galáctica. El fenómeno que pronosticaron los mayas respecto al 21 de diciembre de 2012 es una alineación galáctica del Sol con el centro de la Vía Láctea. Durante el solsticio de diciembre cuando el sol alcance su posición más alta y se posicione al centro de la Vía Láctea; referida como la Grieta Oscura y presuntamente el sitio donde todas las estrellas se formaron. Los mayas incluso representaron esta visión cosmológica del mundo en su famoso juego de la pelota. Una ideación de simbolismos de lo que ocurrirá el 21 de diciembre. Los jugadores, divididos en dos equipos, utilizan una pelota y compiten entre ellos usando sus caderas y piernas. Una especie de mezcla entre el fútbol y el baloncesto donde deben intentar meter el balón a través de un aro en la pared. El primero que lo consiga, es el ganador. Este juego tan particular tiene una connotación simbólica. El campo es realmente la Vía Láctea. La pelota representa el sol y el aro es la Grieta Oscura donde debe introducirse. El líder del equipo perdedor era sacrificado. En otras versiones, era el líder del equipo ganador para dar una ofrenda digna a los dioses. El hecho es que esta competencia realmente simboliza la vida y la muerte. Y cómo nuestras acciones respecto a la Alienación Galáctica van a determinar si vivimos o morimos. Por un lado, parece una advertencia. Pero también se especula un efecto dominó resultante del alineamiento del sol con el centro de la galaxia. Aunque ya muchos escépticos lo desmienten.


Precesión de los equinoccios. La teoría de la precesión de los equinoccios implica un efecto en cadena que desatará numerosas catástrofes en la Tierra. Contrario a la rotación y traslación, la precesión de la Tierra se refiere a la forma particular que se mueve la Tierra sobre su propio eje. La Tierra no rota de una manera lineal. La gravitación respecto a la luna y el sol provocan que rote como un trompo o peonza. Determinando, por consiguiente, los solsticios, los equinoccios, las estaciones y nuestra visión cambiante del cielo. Uno que varía un grado cada 72 años hasta volver a su fase inicial; como será el caso el Baktún 13 este 21 de diciembre. El aparente reseteo de este ciclo ha derivado dos tipos de especulaciones. Por un lado, el hecho que el Sol culmine de esta manera puede aumentar las temperaturas, causar erupciones solares o bien generar un eclipse en razón de la Alineación Galáctica con la Grieta Oscura: que, según se ha dicho, es en realidad un agujero oscuro que puede derivar la oscuridad en la Tierra hasta su desalineamiento el 25 de diciembre. Por otro lado, la Tierra perderá la intensidad de su campo gravitatorio. Algo que interrumpe el contacto directo de los rayos solares y, ante su disminución o nulificación, determinaría un calentamiento global a escalas desproporcionadas. Provocando, por tanto, que se derritan las capas polares, se caliente la Tierra en sitios de Zona Roja en Súper Volcanes tipo Yellowstone, aumente el nivel del mar y surjan inundaciones. En el mismo tema, se habla de la probabilidad de una banda de fotones o cinturón fotónico en la Eclíptica terrestre donde la órbita de la Tierra se hundirá o bien invertirá su campo de gravitación. Lo que supone que el mundo de la electricidad y las telecomunicaciones (teléfonos, internet, GPS, etc) se anule por completo. Algo que también se ha dicho que puede interferir con las abejas volviendo a sus colmenas. Una comunidad animal que ya se haya en vías de extinción por razones desconocidas. Y de la polinización de éstas dependen una tercera parte de nuestros alimentos. El propio Einstein decía, “Si las abejas se extinguen, la humanidad les seguiría a los 4 años”.  



El Libro Perdido de Nostradamus. Curiosamente, Nostradamus también anunció una visión similar en sus profecías. En especial, en un libro que encontraron hace poco con siete dibujos describiendo la Alineación Galáctica a merced de un Sol abrasador. Anuncia que algo importante pasará cuando el Sol pase por la constelación de Leo. Elemento que coincide con los egipcios en su propia visión astronómica. La teoría que plantea que realmente eran los supervivientes de Atlántida y asentaron su civilización en el Nilo. Construyendo las pirámides de Guiza como referencia al cinturón de Orión. El paso intermedio, coincidentemente, para recordar el final por un león: La Esfinge. Nostradamus continúa diciendo que se trata de una serie de catástrofes vinculadas a la alineación del Sol al centro de la Galaxia y que el ser humano sería el responsable que dichos hechos repercutieran en su salvación o su extinción.



Los Masones, la Alquimia y la Cruz de Hendaya. Como Nostradamus, los masones y alquimistas también aportaron la misma visión en símbolos. Entre ellos, el alquimista famoso Fulcanelli quien pensaba de este Fin del Mundo como una renovación de todas las cosas como sería en la alquimia la transformación del plomo en oro. Durante aquellas épocas, cualquier profecía controvertida solía esconderse en representaciones simbólicas cuya presencia aún podemos ver en la mayor parte de las catedrales europeas. Nuevamente una advertencia que el ser humano debe tomar en cuenta a la hora del Juicio Final. Aparte de las connotaciones bíblicas, todas apuntaban a símbolos vinculados a las constelaciones Acuario, Escorpio, Leo y Tauro; la trayectoria del Sol. Una anunciación cuya mayor representación se encuentra en la Cruz de Hendaya. Donde aparecen cuatro inscripciones en las cuatro caras de la base: El Sol, la Luna, un Óvalo y una Estrella. Curiosamente, el Sol tiene a la Estrella en la cara opuesta y la Luna tiene el Óvalo en la suya. Con lo cual, si se tratara de una construcción transparente, veríamos el Sol en el centro de la Galaxia y la Luna fomentando la precesión de los equinoccios.





El Código Bíblico. También llamado el Código del Torá. Supuestas secuencias matemáticas en los pasajes de la Biblia que predicen el futuro. En lo que el 2012 concierne, se han encontrado los siguientes:

1. 2012-cometa grande- piedra-como/piedra-objeto-acelerado
2.Sol-como-lengua-Tierra Entera/Tierra aniquilada-herida/golpeada- herida
3.Errante/planetario-fragmentado-sesenta-milla-trabuco-naranjero/dispersión pistola
4.Cráter-Canadá-último-aterrador-espantoso-letal
5.Modificador-manto-eje-inclinado-inflexión-acelerada
6.Sísmico-erradicación-se desmoronará/se romperá en pedazos


El Retorno de los Nueve. Otra visión más mitológica sugiere el retorno de los Nueve Dioses del Inframundo Maya el día 21 de diciembre. Afirma que se abrirá un portal estilo Stargate hacia otra dimensión donde estarán estas Nueve deidades. O bien se conciben unificados en una sóla figura. Como el caso de la Estela de Tortuguero en Tabasco que habla del descenso del Señor de la Luz o Bolom Yokte para encarnar nueve huéspedes humanos. Mientras que las profecías de Chilam Balam sugieren la vuelta de encarnaciones extraterrestres o divinas, también los egipcios anunciaron un concepto similar en, casualmente, Nueve Principios. Particularmente llamó la atención en los años 50 con las investigaciones de Andrija Puharich que, mediante los experimentos de la CIA conocidos como Visión Remota, podía contactar con los Nueve usando de receptáculo psíquico al israelí Uri Geller. Entre las sesiones de la posesión pitonisa, la voz dijo, “Soy el principio. Soy el final”. El propio psicoanalista Carl Jung hizo un estudio sobre los Nueve y su  esperado retorno para guiar a la humanidad hacia un nuevo futuro.



Los Indios Hopi y la Súper Onda Galáctica. Hay una visión de los Indios Hopi de Arizona muy similar a la de los mayas. Anuncian igualmente el final de una era en, similarmente, Nueve Profecías. Como los mayas, los Hopi también adoptan una visión cíclica del mundo donde pasaremos de un Cuarto a un Quinto Mundo (en un total de Siete Mundos). Aunque nunca anuncian la vuelta de los Nueve, hablan de una deidad o kachina llamada la Estrella Azul. Más que las teorías de extraterrestres y dioses llegando a la Tierra, me llamó la atención un fenómeno científico que asocian a esta deidad. Se trata de la Súper Onda Galáctica que emergerá cuando suceda la alineación del sol con la Vía Láctea. Según los Hopi, cuando el sol se posicione en la Grieta Oscura, surgirá una onda expansiva. Se desconoce que efectos tendrá dicha onda. Puede que no afecte la Tierra en absoluto o, según otras fuentes, será una onda radioactiva con efectos catastróficos para el planeta. En la visión Hopi, igual se trata de una Nueva Era donde el ser humano será puesto a prueba hasta el Séptimo Mundo.




Mesopotamia, el Planeta X y el Cataclismo de Nibiru. Una teoría que oscila entre el fanatismo apocalíptico y la ambigüedad científica. La primera mención apareció en la civilización mesopotámica de Sumeria. Se trata del planeta más lejano de nuestro Sistema Solar de donde proceden los dioses Annunakis que, según los ufólogos, son en realidad alienígenas reptilianos que procedieron dicha civilización y mitología. En Babilonia se asociaba con el dios Madruk; representado como un toro solar (o la constelación final del  Sol en Tauro). El llamado Planeta X o Nibiru ha sido un tema polémico entre los creyentes y no creyentes. En Rusia se ha reconocido su existencia y la propia NASA confesó esta probabilidad en 1982. En lo que el Apocalipsis respecta, se habla de una posible colisión del Planeta X con la Tierra a finales del 2012. Los no creyentes indican que no hay pruebas para respaldar esta teoría y que un planeta sería visible a estas alturas en el cielo. Los creyentes afirman que ya ha aparecido en el Cielo, volverá a aparecer y se oculta la información por los gobiernos. Otros incluso hablan que se trata de una especie de planeta interdimensional que chocará con la Tierra cuando el sol alcance la Alineación Galáctica. Una especie de conjunción del Multiverso que derivará en el Final y Nuevo Principio cíclico.



En lo personal, no creo que vaya a pasar algo apocalíptico justamente el 21 de diciembre de 2012. Aunque una cosa en común a todas las teorías es cómo se trata de una reflexión que la humanidad debe hacer respecto a su conducta de esa fecha en adelante. Como si se tratara del principio del final. Algo que, en el fondo, está presente desde que aparecieron todas las especies vivientes en la faz de la Tierra. No es otra cosa que luchar contra nuestra propia extinción. Desde ese punto de vista, cualquier día es el Apocalipsis. Igualmente, lo confirmaré cuando esté en Tikal sobre esas fechas. Tomando en cuenta que el mundo no se acabe por alguna de estas teorías. 

Enlaces:

Nostradamus y las profecías del 2012: http://www.youtube.com/watch?v=zn4Tpk2-bgs