ESTELA CUARTA
22 de diciembre de 2012
Son aproximadamente las seis de la tarde y estoy en el
aeropuerto de Flores esperando mi vuelo para la Capital. Que borrachera tengo.
Lo suficientemente coherente para funcionar dentro de la burocracia aérea pero
no lo suficientemente sobrio para evadir el delirium tremens. Sigo pensando que la siguiente historia es una alucinación de mi estilo de vida crápula. El hecho es que se me sienta
a la par una serpiente emplumada con rostro humano. Más que a un maya, se parece
a Morgan Freeman.
-No soy quien cree que soy- me dice la serpiente emplumada.
-Ciertamente- le respondo escudriñando con los ojos-. Pero me
encantó su actuación en Seven.
-Me refería a Quetzalcoatl.
-¿Quetzalquién?
-Soy Kukulkán.
-¿Kukulcómo?
-Me habían dicho que era una persona culta.
-Hoy no, señor Freeman.
-Vamos a ver… Quetzalcoatl es mi nombre tolteca. Pero en
territorio maya, soy Kukulkán. No quería que hubiera confusión.
-¿Confusión? Para nada. La próxima vez manifiéstese con un
traje de Batman y nos ahorramos las explicaciones.
- ¿No me cree?
-Si lo que quiere es que le lleve un paquete a Guatemala, la
seguridad del aeropuerto lo prohíbe. No es que me importen las leyes humanas,
pero tampoco quiero que me metan en el cuartito con usted.
-Soy el auténtico dios Kukulkán.
-Y yo el auténtico dios Cronos. Deberíamos empezar una
banda.
-¿Lo han dejado a usted también?
-¿Quiénes?
-Los alienígenas.
-Creo que me metieron LSD en el atol de elote.
-Me quedé dormido para el Baktún.
-Que suerte. Yo tuve que verlo.
-Hoy los alienígenas se llevaban a los elegidos de la Nueva
Era. Perdí mi vuelo al Planeta X Nibiru y por eso estoy aquí. Debería venirse conmigo.
-Sólo si me deja el asiento del pasillo en el OVNI.
-Me sorprende que no le hayan avisado sobre la Nueva Era.
-Soy el dios castigado del tiempo. A mí sólo me mandan
notificaciones del Apocalipsis.
-Supongo entonces que estuvo en Tikal hoy.
-Efectivamente.
-Me podría contar lo que sucedió. Realmente quiero saber si
merece la pena irme o no. Usted, como elegido del Apocalipsis, puede decirme si
hay algún futuro para la humanidad.
-Es complicado. Verá usted, quedé con otros dos dioses. Loki
e Isis. El primero pensaba que se trataba del Ragnarok y decidimos echarnos unos
tragos para celebrarlo. Isis, en cambio, era más ambigua. Puesto que estaba en
su poder dar la vida y la muerte, quería confirmar si era el Apocalipsis para reiniciar el mundo o la
Nueva Era para apagarlo.
-¿Cómo llegaron hasta Tikal?
-Pues en Tuc Tuc no se podía. Con lo cual me vi obligado a pedirle prestada la Carroza del Sol a Helios. Por eso estaba nublado. Loki conducía, yo ponía la música
e Isis escuchaba nuestro diálogo insano en el asiento de atrás.
-¿Qué tipo de música ponía?
-Pues música del fin del mundo.
-¿Estilo una Noche en el Monte Calvo de Mussorgsky?
-Más bien estilo The Final Countdown de Europe. Alrededor de
ese tiempo, paramos en el Jardín del Edén. Los ángeles estaban armados hasta
los dientes. Pero al menos bebíamos litros de ambrosía para desconectar.
-¿Ambrosía?
-Cerveza Gallo. De hecho tenían
muchos gallos detrás del Edén. Creo que los ordeñaban y estábamos bebiendo
cebada sin pasteurizar.
-¿Bebió mucho?
-Le soy franco- comento con un tono burlesco-, le dije a
Loki que tendríamos que llenar la Piñata de Spiderman con botellas de minibar para colarlas en Tikal.
Me río a carcajadas. Kukulkán se me queda mirando con odio en su ojos. Me pongo serio ante su expresión.
-Pero no, no, no- digo intentando rectificar mi comentario-,
no lo hicimos. En serio. Que el mundo se acabe si no es cierto.
-Aparte de lo obvio-me dice Kukulkán cruzando los brazos con cierta
aversión en su voz-, Loki no tuvo que haber bebido y conducido. Pudieron haber tenido un accidente.
-No se preocupe. Íbamos en la Carroza del Sol. Como mucho incitamos la Alineación Galáctica.
-No me extraña.
-Pues al poco tiempo de entrar en el parque, nos encontramos
con unos pisotes mareros.
-¿Pisotes mareros?
-Si ataca a uno, lo atacan todos. Nos dijeron que era el
Apocalipsis y que iban a conquistar la humanidad. ¡Era una plaga, señor Kukulkán!
Tan sólo con su presencia nos mandaban el mensaje que estábamos bien pisados.
-¿Tiene una foto de eso?
-¿Y usted que estaba haciendo durante todo esto?- me
pregunta la serpiente emplumada.
-Pues destruir templos- le respondo con frialdad-.Vuelva a
presionar el botón. Aquí estoy con Loki
devorando el Gran Jaguar:
-Aquí estoy con Isis destruyendo el Templo Tres:
-Una cosa- me dice Kukulkán perdiendo la paciencia-. ¿Documentó
alguna referencia a la Nueva Era?
-Pues, vamos a ver- digo reflexionando ante su comentario-. Me
enteré que Isis y yo teníamos el mismo cumpleaños. 19 de octubre de mil
novecientos Caos. Supongo que es una alusión a la Nueva Era.
-¿Qué más?
-Luego nos perdimos. Loki nos guiaba hacia la salida. Pero,
por ser el dios del engaño, acabamos adentrándonos más en la selva. Y ni siquiera en el Mundo Perdido. Acabamos en
un templo muy extraño. Abandonado. No había ni gente. Un mono araña nos
presentó un acertijo y nos amenazó con tirarnos caca si incumplíamos.
Afortunadamente había un murciélago en el templo que lo espantó con sus
chillidos. Creo que lo había dejado su mujer. Y luego los Annunakis de la
selva. ¡Ufff! ¿O eran velociraptors mandados por la Bruja de Blair?
-¿Qué tiene que ver esto con la Nueva Era?
-Pues… nada. Pero, a ver, a ver, ¡AH, SÍ! ¡Ya lo recuerdo! ¡La
última foto! Vaya hasta el final.
-Tranquilo. Ni pienso ver las fotos de su última
descripción. Es ésta supongo:
-¡Esa misma!- grito con euforia-. ¡El último maya! ¡La última
esperanza! ¡Si habrá una Nueva Era, señor
Kukulkán!
-¿Dónde está el último maya ahora?- me pregunta poco
convencido.
-Se lo comieron los velociraptors. Que irónico, ¿no? Que una
especie extinta extinga a otra.
-¡Y no me decía hace unos segundos que había una Nueva Era a
causa del maya!
-Eh, no se altere. Que lo importante es participar.
-¡Cállese! ¡Es usted un sinvergüenza! ¿Cree que me puedo quedar
con una historia así?
-Pues váyase con los alienígenas. Seguramente tienen mejor conexión a Skynet.
-Tampoco puedo irme. No así.
-¿Qué quiere que haga?
-Lo voy a mandar a otra dimensión para que vuelva a
documentar el principio o el final. En su nuevo entorno, tendrá que decodificar el mensaje simbólico para hacer su anacrónica. Podrá elegir a uno de los personajes de sus códices anteriores para ayudarlo. Sólo uno. Y al final, tiene que darle un
sentido digno a todo lo que ha sido el Baktún. ¿Una Nueva Era o el Apocalipsis?
-¿Y qué le hace pensar que voy a comprometerme a eso?
-Le doy cinco quetzales.
-Acepto.